MUJER EN
PUNTO CERO (Edit. En 1975)
NAWAL EL
SAADAWI
27 octubre de 1931-KAFR TAHIA. Egipto
21 marzo de 2021. EL CAIRO. Egipto
“Todos los hombres que he conocido solo
me han inspirado un deseo: el de alzar la mano y dejarla caer con fuerza sobre
su rostro”. Así
comienza la notable historia de Firdaus…
A medida que crece, cada nueva relación le enseña una amarga
pero liberadora verdad: las únicas personas libres son aquellas que no quieren
nada, no temen nada y no esperan nada.
Desde su celda, Firdaus, condenada a morir por haber matado
a un proxeneta en una calle de El Cairo, cuenta subida desde la infancia en la
aldea a la vida de prostituta en la ciudad. (De la introducción)
--
El ministro de Salud me había
destituido a finales de 1972 de mi puesto de Directora de Educación para la
Salud y del cargo de redactora jefa de la revista Salud. Una consecuencia más
de mi opción feminista como autora y novelista dispuesta a expresar opiniones
que no gozaban del beneplácito de las autoridades. (La autora)
La historia de Firdaus es la historia
de una mujer empujada hasta el límite más tenebroso por la desesperación.
--
Este es el relato auténtico de la vida de una mujer. La
conocí hace unos años en la cárcel de Qanatir…
Firdaus: “Déjeme hablar. No me interrumpa. No tengo
tiempo para escucharla. Vendrán a buscarme esta tarde a las seis. Mañana por la
mañana ya no estaré aquí…
Cuando moría una de sus hijas, mi padre
tomaba la cena, mi madre le lavaba las piernas y luego se iba a dormir como
todas las noches…
Mi padre nunca se acostaba sin cenar,
ocurriera lo que ocurriese. A veces, cuando no había comida en casa, todos nos
íbamos a la cama con el estómago vacío. Pero a él nunca le faltaba la cena…
Así fue como descubrí que el colegio
(internado) tenía una biblioteca…. Sacudía el polvo con un trapo amarillo, me
sentaba en una silla rota bajo la débil luz de una lámpara de gas y leía…
Cuando pronunciaban la palabra
“patriotismo”, comprendía en el acto que en el fondo de su corazón no temían a
Alá y que en el fondo de sus pensamientos el patriotismo significaba la muerte
de los pobres en defensa de la tierra de los ricos,…
Ella me respondió que precisamente los
hombres que conocían bien la doctrina solían pegar a sus esposas- Los preceptos
de la religión autorizaban ese castigo.
Nunca salía de la casa. De hecho, nunca
salía ni siquiera del dormitorio. Día y noche permanecía echada en la cama,
crucificada, y cada hora entraba un hombre. Eran tantos…
La vida de una mujer siempre es
desdichada. Pero la dela prostituta es un poquitín mejor. Llegué a convencerme
de que había escogido libre y voluntariamente esa vida…
Me enteré de que era un peligroso
proxeneta que controlaba a muchas prostitutas, y yo era ahora una más de ellas…
Le arrebaté la navaja y se la clavé
profundamente en el cuello, la arranqué del cuello y se la hundí en el pecho,
la arranqué del pecho y le atravesé el vientre. Le cosí a navajazos casi todas
las partes del cuerpo…
Abrí la puerta, bajé la escalera y salí
a la calle. Sentía el cuerpo ligero como una pluma, como si su peso se debiera
al miedo acumulado a lo largo de los años…
No me condenaron a muerte por haber
matado a un hombre, sino porque temían que siguiera viva….
No deseo nada. No espero nada. No temo
nada. Y en consecuencia, soy libre. Lo que nos esclaviza durante la vida son
nuestros deseos, nuestras esperanzas, nuestros miedos…
Yo maté con la verdad, no con una
navaja. Por eso me temen y tienen tanta prisa por ejecutarme. No les asusta mi
navaja. Lo que les da miedo es mi verdad…
Escupo sin reparos sobre sus caras y
sus palabras engañosas, sobre sus periódicos embusteros.
--
El BOBO DE KORIA
(RECOPILADOR)
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