EL VENDEDOR
DE TIEMPO
FERNANDO
TRÍAS DE BES
1967. BARCELONA. España
El váter es un lugar
de verdadera inspiración. Los genios no se atreverán a aceptarlo, pero muchas
de las grandes ideas de la humanidad, muchos de los descubrimientos de ilustres
científicos que han transformado el mundo o salvado millones de vidas, las más
bellas composiciones musicales que, al oírlas, nos transportan al cielo, han
sido concebidas con su creador sentado en el inodoro.
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En esta sociedad, todos hemos vendido
nuestro T (tiempo) al sistema, todos somos vendedores de T y no tenemos control
sobre nuestras vidas.
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Mire usted bien, se trata de un bote de
cinco minutos. Lo indica esta etiqueta. ¿Ve usted?: cin-co-mi-un-tos. (…)
-¿Me dice usted que quiere poner botes
de cinco minutos a la venta?
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La venta de T entraría en conflicto con
ciertas actividades, eso estaba claro; pero mientras se tratara de crear
consumo, pasaría por encima de cualquiera de ellas, ya que el consumo era la
actividad económica de superior rango en el país, pues generaba crecimiento.
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…puede irse a fumar un cigarrillo al
bar de abajo, a pasear un rato, a visitar aquella amante que tenía olvidada…
puede hacer lo que usted quiera. Porque este producto consiste en cinco minutos
envasados.
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¿De qué sirve ahorrar € durante treinta
y cinco años si cuando llega el momento de disfrutarlo ya no queda T de vida?
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Y es que, después de todo, los hombres
acabamos siempre inventando algo para no permitirnos ser lo que podemos ser,
por miedo a que así sea.
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Del epílogo
Cuando Rosa Regás ganó el Premio
Planeta yo conducía mi coche y oí por la radio, en directo, el momento de la
entrega.
Rosa Regás dijo: “Gracias por este
premio. Con este dinero podré comprar algo que no se vende: tiempo”.
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EL
BOBO DE KORIA (RECOPILADOR)
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