KJELL
ASKILDSEN
30 septiembre de 1929, MANDAL
(Noruega)
EL
SIGNIFICADO (CUENTO)
Ella llegó
sigilosamente a casa, no encendió la luz. Él se despertó justo cuando se estaba
acostando. Preguntó qué hora era. Las dos, contestó ella. Él pregunto qué tal había
estado. Bueno, contestó ella, no ha estado mal. Él necesitaba ir al baño, se
había bebido tres cervezas antes de acostarse, sobre las doce. Miró su reloj.
Eran las tres. Son las tres, dijo al volver al dormitorio. Ah, bueno, contestó
ella, dispuesta a acurrucarse junto a él. Él se apartó y dijo: Cierran a las
dos. Me acompañaron hasta casa, dijo ella, el tipo se parecía a Stalin, bueno,
no exactamente hasta casa. No quiero seguir, dijo él. No me acosté con él, dijo
ella. No quiero seguir, repitió él. No es fácil venirse directamente a casa,
dijo ella. Claro que no, contestó él. Había un tipo que quería acostarse
conmigo, pero le dije que estaba casada y entonces se marchó. ¿De verdad se lo
dijiste? Qué valiente por tu parte. No me quieres nada, dijo ella. Ahora quiero
dormir, dijo él. Todo lo que hago está mal, dijo ella. Él no contestó. No he
hecho nada malo. No, qué va, dijo él. El tipo sólo intentaba mostrarse amable,
dijo ella. Claro que sí, contestó él, durante una hora. Lo que pasa es que
estás celoso, dijo ella. ¿Solo eso? Preguntó él. Ni siquiera te atreves a
preguntar si me besó, dijo ella. Así es, dijo él, o si tú le besaste a él. No
significó nada, dijo ella. Claro que no, dijo él, esas cosas nunca significan
nada, ¿qué pueden significar? Claro que no significan nada, lo único que
significa algo es… ¿Qué?, preguntó ella. Nada, Nada, nada, contestó él.
EL BOBO DE KORIA (RECOPILADOR)
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