LA NATURA EXPUESTA
ERRI DE LUCA
20 mayo de 1950. NÁPOLES. Italia
La
nuestra no es aldea para mujeres. Se han ido marchando a la ciudad, casadas o
no. Tienen por tradición de belleza el cruce con la gente de paso.
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Al
otro lado de la frontera les señalo dónde detenerse para descansar, dónde
hallar transporte. Les devuelvo su dinero y doy media vuelta. Me tapo los
oídos, así entienden que no quiero que meden las gracias. Soy alérgico a los thank you.
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-¿Es
usted creyente?
-No
en la divinidad , creo en algunos representantes de la especie humana.
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-Gorjean
su virilidad, tú no. Hablas de persona a persona, no de hombre a mujer. No
quieres parecer interesante. Y no sonríes, pero tienes arrugas a los lados de
los ojos.
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También
el islam ha usado atroces maderos de suplicio. Hablamos de cuánto daño ha
inventado la especie humana para sí misma. Ningún animal se aproxima a nuestro
peor…
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En
la acera de la plaza un chico está sentado con un libro. Delante tiene una
escudilla y un cartel: “Gracias por permitir que siga leyendo”. Vacío las
monedas que llevo en el bolsillo, por admiración.
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La
religión es la idea de que un trébol de cuatro hojas pueda significar algo más
que el azar fortuito de encontrarlo en una extensión de tréboles. La muerte es
un trébol de cuatro hojas, tarde o temprano lo encontrarás y no hay nada más
–dice seria como conclusión de un asunto que la molesta.
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EL BOBO DE KORIA (RECOPILADOR)
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