COMPIYOGUEAR




He aquí un neologismo que nos aporta la maison royale (1). Esta preciosa contribución de la realeza deja con el Popotln (2) al aire a los detractores de la egregia institución, que tan cara nos es a los españoles… y españolas. Para los que mantienen que la Corona es una institución obsoleta y anacrónica, este neologismo –que no dudo, dentro de poco la Academia recogerá en su diccionario- supone un hito de transcendencia incalculable para nuestra lengua, ya de por sí rica y ubérrima en términos que ninguna otra jamás poseerá.
Nuestra esbelta majestad lo ha aportado en el momento oportuno. En plena celebración del cuadracentésimo aniversario de la muerte del inconmensurable Cervantes. La Historia recogerá, no cabe duda, el evento, quedando así nuestra monarca, como la reina de los COMPIYOGUIS, como en su tiempo la reina de Francia, María Antonieta –de tan triste final- fue reconocida con el apelativo cariñoso  de LAS TORTAS.
Es emocionante ver, a través del mensaje, el cariño con el que la reina trata a su compiyogui, el de las cartes noires(3). Hace su/nuestra majestad una demostración de lealtad, nobleza y honestidad que debe de servirnos de ejemplo a los súbditos.
Otra aportación de hondo calado y transcendencia, ha sido la incorporación del término ¡merde! (4). Los ominosos y recalcitrantes republicanos han querido ver en la utilización de esta palabra una bajeza de su alteza. Nada más lejos de la verdad. Lo que su graciosa majestad ha pretendido utilizando esa palabra –siempre en la boca del español que se precie-, en el idioma de Verlaine, de Voltaire, Gide, Proust, Camus, Balzac, Reclus, Saint Exupéry, Houellebecq, Zola, Dumas… y tantos otros, ha sido una llamada de atención para que volvamos nuestros ojos al país vecino, del que no ha tanto, dimanaba todo el saber. Lo hace, la soberana, no me cabe duda, portando el estandarte de la defensa de nuestra lengua, ante el proceso de cocacolonización que estamos padeciendo.

Majestad, quedo genuflexo a sus pies. Cuente con la sincera admiración y lealtad y sumisión de éste, su súbdito.

El Bobo de Koria

NOTAS: Compiyoguear: Intercambio de memeces, sandeces o simplezas a través del móvil u otro artilugio similar.// Antiguamente, “tontofonear” por medio de “tontofonías”.
1.- Casa Real.
2.- Culo.
3.- Tarjetas Black.
4.- Mierda.
La traducción de los términos franceses se debe a la gentileza del Reverendo Yorik.



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