Lo que sigue
está extraído del libro ENTRE TIBURONES de JORIS LUYENDIJK, resultado de dos
años de entrevistas a banqueros y expertos del mundo de las finazas de la City
(Londres), uno de los dos corazones del mundo de las finazas.
Interesante,
porque muestra en manos de quienes nos encontramos y la catadura de los tipos
que dirigen la Gran Mentira y, cómo después de la mal llamada Crisis, todo
sigue igual que antes del 2008.
No obstante,
el autor propone reformar los mecanismos de las finanzas, pero nunca pone en
tela de juicio que el sistema capitalista es el mar en el que nadan y medran
esos TIBURONES.
La
democracia empieza a parecer un sistema mediante el cual el electorado decide
qué políticos van a encargarse de implementar lo que deciden los mercados.
La banca de hoy es como jugar a la
ruleta rusa con la cabeza de otro.
Hablaban de
las horas, días y semanas que siguieron al colapso de Lehman Brothers el 15 de
septiembre como si se tratara del período más horrendo de su vida o como mínimo
de su carrera. Contaban historias de colegas que se habían quedado congelados
delante de sus pantallas, paralizados, incapaces de actuar incluso en los
momentos en que hubo ocasión de ganar dinero fácil. (…) “Daba terror, colega.
No miedo de película, sino de verdad”.
…”uno no permite que sus emociones interfieran con el
trabajo, y mucho menos que lo hagan los principios morales, los cuales tienen
que quedarse en casa”.
Los bancos siguen contratando las mismas empresas de
auditoría que no pudieron o no quisieron ver todos los errores o falsedades que
había en sus balances contables, y lo mismo ocurre con las agencias de
calificación de riesgos. Lo cierto es que los bancos no se han aliado para
pedir a nivel global un aumento obligatorio de las reservas de capital. De
hecho, han gastado millones presionando a los políticos para que ese inevitable
aumento de las reservas fuera el mínimo posible.
“Si en medio de la crisis le hubiéramos dicho a la
gente que años después no habría ningún cambio importante, nadie nos habría
creído. El pánico y el terror que había eran brutales. Pero aquí estamos. Todo
ha vuelto a la normalidad, como si no hubiera sucedido nada. Hemos pasado de
pensar que estábamos a punto de morir a creer que hemos sobrevivido”.
La abolición de la esclavitud y la liberación de las
mujeres exigieron cambios más grandes y profundos que los que ahora se
requieren para transformar el sistema financiero.
EL BOBO DE KORIA (RECOPILADOR)
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