a las colonias y afeites que me serán regaladas en mis efemérides
al beso rutinario que me espera satisfecho cuando regreso
a las hogareñas horas de muerte en vida ante el televisor
¿Cómo nosotros? que supimos encontrar el sendero de los dioses
que exploramos ciudades nuevas en la misma de siempre
¿Cómo nosotros?
no hay epílogo para quienes matan la rutina
para peces viejos que saltan del estanque al charco
para animales callejeros que esquivan a los viandantes
renuncio a la felicidad desesperada que aniquila lo que somos
lo que fuimos
lo que ya no seremos
lo que la lluvia lavará después de borrar nuestras huellas en el puente
renuncio a la falsedad de nuestra mentira
a la ilusión desgastada sujeta con trozos de esparadrapo
abrazo al dolor que me anegará por dentro
a la soledad partera de mis angustias
y a la clarividencia que me dice que lo vivido
en el momento justo
es lo verdadero
lo que nos muestra el auténtico rostro de esto
que llamamos vivir
Paloborde
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