FACINEROSOS





Anda estos días el Partido Popular de Valencia  buscando un nuevo nombre para recalificar a la pocilga en que hoza el partido. Baladí pretensión, pues aunque a una cagarruta se le dé un baño de caramelo, el núcleo seguirá siendo una cagarruta.
Los muy honorables y excelentes y beneméritos bandidos –presuntos, fehacientes- ya no pueden soportar el fuego sobre sus socarradas manos. Las que trataban de exorcizar de cualquier culpa sobre los miembros de su piara. A estas alturas, cabría preguntar si queda alguna manzana sana en el cesto de las podridas por la que romper una lanza.
Somos muchos los que sentimos vergüenza de ser -¡ay!- valencianos. Amigos tengo que se están planteando la posibilidad de cambiar de región o, falsificar el DNI con una nueva residencia. Pretenden, evitar la sonrisa socarrona y la compasión de un posible interlocutor de otra región menos corrupta.

En el principio el PP se llamó Alianza Pandillar. Ahora les sugiero varias alternativas para que elijan el título que más se ajuste a su condición:

-Panda Cuatreros; P.Trapaceros; P. Delincuentes; P. Facinerosos; P. Saqueadores; P. Bandoleros.

-Clan Maleantes; C. Chorizos; C. Mangantes; C. Corruptos.

-Piara Estafadores; P. Defraudadores; P. Depredadores; P. Prevaricadores.

-Banda Forajidos; B. Golfos; B. Mafiosos.

-Camarilla Hampones; C. Ladrones; C. Criminales; C Expoliadores.

-Partida Saqueadores; P. Expoliadores; P. Rateros; P. Timadores; P. Malhechores.

Si desean disimular más, podrían añadir una letra al logotipo de la banda: V de Valencia. Así, seguro que mis “inteligentes” conciudadanos, falleros en lo más peyorativo del término, se sentirían identificados y, estoy seguro: LES VOLVERÍAN A VOTAR¡¡¡ Lo han hecho durante 24 años.
Valencia cuenta con el inestimable apoyo logístico de los falleros y los rezadores de Su Excelencia Reverendísima el arzobispo Antonio Cañizares. Ambos grupos conforman la quinta columna de la reacción capitalina. Aún estamos esperando una homilía de rechazo y condena del bandidaje institucionalizado. La Iglesia desde siempre se ha sentido cómoda entre la gentuza que tan cara le es para sus propósitos económicos y alienadores. Varios partidos claman contra “la casta”, pero ninguno se ha atrevido, aunque sea de pasada, a nombrar el Concordato. La casta clerical puede sentirse tranquila.


EL BOBO DE KORIA






1 comentario:

Anónimo dijo...

Ya que el pajarito que acompaña sus siglas, es una gaviota, y como decía Pepe Rubianes, un bichejo que se alimenta de mierda. Bien estaría que siguiendo con la tradición, se hiciesen acompañar por una piara de cerdos de granja, de capones cebados, o de ocas atiborradas hasta la enfermedad...que eso es lo que son, una enfermedad.

R.B.