Por si no fuera suficiente
“cruz” tener que aceptar a la fuerza: la supremacía de un señor
y su ejercito, la imposición de su iglesia reinterpretada, su
presencia irremediable en cualquier acto propagandístico, sus
patéticos discursos, la persecución de sus fantasmas, su imagen
esperpéntica alejada, de cualquier majestuosidad griega o
simplemente humana, su voz de clarinete cascado, su familia
repugnante, su mundo repugnante, su exigua inteligencia y lo
incomprensible de su triunfo.
Sus incongruencias
gubernamentales, dando lecciones de economía, de como se estructura
una sociedad caprichosamente, imponiendo su criterio, desde el miedo,
desde cuyo balcón gobernó a placer durante muchos años, amputando
el crecimiento natural de varias generaciones, que educadas en esos
años, perpetuaron equivocadamente las ideas de un loco y sus
compinches hasta nuestros días.
De aquellos primeros años
de dictadura, queda plasmada cinematograficamente una de sus
“genialidades” Seguramente, inspirado por sus amigos alemanes, y
el aparato propagandístico que éstos desplegaban para dar
consistencia a su tercer Reich. Nuestro pequeño salvador, tuvo una
idea, que me imagino haría las delicias del mojoncillo parlante,
durante meses, haciendo bromas sobre su ocurrencia, y creyendo sin
duda, que su esfuerzo educador, tendría su recompensa (Véase, el
corto recorrido de su inteligencia, si pensaba que con estas burdas
imbecilidades, podría someter y convencer al país al que acababa de
destrozar, tres años antes)
El amigo, se saco de la
manga, un guión cinematográfico, de corte autobiográfico, lleno de
soflamas, de frases rimbombantes y de estupideces fundamentalistas,
que acaban provocando nauseas, desde el tercer minuto de metraje.
Huelga decir, que la película en cuestión se titula: Raza. Un burdo
intento de justificar la carnicería, y de paso de esperanzar un
futuro que se presentaba bastante negro, pero que de la mano viscosa
del dictador, su mano, todos llegarían a buen puerto, en aquel barco
desvencijado llamado España.
Vista hoy día, la
película hace palidecer por su baja estofa moral, y por la ausencia
de inteligencia. El grado de patetismo alcanzado por este ser infame
y su cohorte de buitres y anodinos, tiene pocas escalas donde
medirse.
A veces, produce risa,
cuando algún líder dictador muere, (Corea del Norte, por poner un
ejemplo) Y ves a todo el pueblo en la calle, derramando lágrimas,
por el fin de un ser que se ha dedicado toda su vida a imponer y
reprimir a toda la población. Es fácil pensar, en que ese pueblo es
estúpido, que son infantiles, y que tienen lo que merecen... En esos
momento, sería interesante echar la vista atrás sobre nuestra
propia historia, y ver entonces, que diferencia hay entre lo que hoy
vemos y lo que ayer hicimos.
Yorick.
No hay comentarios:
Publicar un comentario