AL OESTE DE ROMA, MI PERRO IDIOTA

AL OESTE DE ROMA 

JOHN FANTE

 

8 abril de 1909. DENVER. Estados Unidos

8 marzo de 1983. LOS ÁNGELES. Estados Unidos

 

MI PERRO IDIOTA

 

         Pero mi Harriet era extraordinaria, llevaba pegada a mí veinticinco años y me había dado tres hijos y una hija que yo habría cambiado gustosamente, cualquiera de los cuatro, por un Porsche nuevo, incluso por un MG GT del 70.

--

         Y era un perro, un perro muy grande, de espeso pelaje marrón y negro, de cabeza gorda y nariz corta y aplastada, un animal triste con ensombrecida cara de oso.

--

         -¿No es adorable? –dijo Tina.

         -Pobre animal sin amigos-dijo Harriet.

         Entonces vimos el nabo. Todos lo vimos en el mismo momento, llameando como un soplete. Colp también lo vio. (…)

         -Los perros son muy demócratas –dije- Joden con cualquier cosa. Una vez tuve un perro que jodía con un árbol.

         -Noes lo mismo, señor –dijo Rick-. Este perro es marica. Apostaría lo que fuera. (…)

         Aquel condenado perro andaba todavía por allí. No estaba escrito que pudiera librarme de él tan fácilmente. (…)

         -¡Vamos, Idiota!

         El perro se levantó de inmediato y salió tras él. El nombre le cuadraba a la perfección. (…)

         Se llevaba bien con los mestizos, pero trataba de joderse a todos los machos sin excepción. Aborrecía a las hembras, y si estaban en celo, arremetía contra ellas sin piedad.

--

         Yo tenía dos hipótesis sobre la inadaptación de Idiota. La primera, que en la época que era cachorro había pertenecido a una gran camada de nueve o diez hermanos más fuertes, de modo que a la hora de mamar todos tenían teta menos él; cuando los demás quedaban saciados, dejaban las tetas libres, pero entonces la madre ya no tenía leche o estaba harta y lo mandaba a freír espárragos.

--

         Todo, todo se había perdido. Aquellos no eran mis hijos. Solo eran cuatro espermatozoides varados en alguna oscura trompa de Falopio.

--

-Estoy harto de ti, papá-

-¿Eh?

-Quiero que dejes de llamarme tarado. Desde que tengo memoria desde el jardín de infancia, me vienes llamando tarado. ¿Por qué no cortas el rollo?

--

         Lo único humano que se puede hacer con un perro maricón es librarle de su desgracia.

         -No hay pruebas de quesea maricón. Lo que pasa es que no ha encontrado a la hembra adecuada.

--

         Si tenía que elegir entre perro e hija elegía perro, aunque con dolor de corazón.

--

         En el fondo de mi corazón deseaba que no volvieran (los hijos), pues quería transformar en estudio el dormitorio de Tina.

--

         ¡El llanto de un niño! Dadme vidrio molido y arrancadme las uñas, pero no me sometáis al llanto de un niño, porque me produce un dolor profundo en el obligo, me duele hasta el origen mismo de mi vida.

--

         ¿De qué sirven los árboles sin perros que se meen en ellos?

--

         Reculé hasta la cochiquera y metimos a Mary (la cerda) por detrás. Idiota estaba histérico de alegría y daba tales saltos que se golpeó la cabeza en el techo. Gruñendo de entusiasmo, la cerda patinaba en el suelo hasta que encontró comodidad y seguridad en un rincón.

--

EL BOBO DE KORIA (RECOPILADOR)